Felipe Calderón turistea por México
El Presidente Felipe Calderón rapelea, se sube a la tirolesa, bucea y participa en la elaboración de Tequila con el fin de promover el turismo en México.
Partido Times Square
Los deportes es un tema sumamente importante para cualquier medio, simple y sencillamente por la cantidad de lectores/audiencia y por consecuencia anunciantes que genera. Por esta razón en el tiempo que estuve colaborando con Grupo Reforma intenté desarrollar esta fuente desde Nueva York.
En esta ocasión fue una cobertura bastante sencilla, sobre los mexicanos que se reunieron en Times Square a ver un partido de futbol, gracias a las pantallas que un canal de televisión colocó. Sin embargo, creo que el resultado, aunque fue una nota corta, quedó bastante divertido.
El Rayo
Siempre me gustó dibujar caricaturas, desde que me topé a los 6 años con «10 años con Mafalda», el primer libro que recuerdo leer completo . En la preparatoria lasallista a la que fui me encantaba dibujar imágenes biblícas para que los niños que iban al catecismo en las colonias populares que atendíamos pudieran iluminarlas. En una ocasión hasta hice un libro gigante con la historia de San Juan Bautista de La Salle en monos. Todo quedó ahí cuando salí de Chihuahua y me fui a estudiar primero a Suiza y luego mi carrera a Monterrey.
Esa pasión por la caricatura quedó encapsulada casi 15 años hasta que llegó a mis manos «Persépolis», de Marjane Satrapi, mientras estudiaba en Harvard. La caja de Pandora se abrió y pasé noches enteras dibujando episodios de mi vida y sacando toda la presión social contenida de mis últimos años en Monterrey.
Después me vine a Nueva York, y tras terminar mi maestría en Columbia y pasar por una etapa de cambio muy difícil, decidí entrar al curso de «Comic Narrative» en la School of Visual Arts. Ahí pude terminar el primer, y hasta ahora único, capítulo de «El Rayo», una novela gráfica autobiográfica que algún día pienso terminar.
Está en inglés, pues tenía la esperanza de que sería más fácil publicarla en este idioma, sin embargo hoy creo que debería ser definitivamente en español, la lengua en la que me formé, pienso y normalmente me comunico.